Aproximadamente la mitad de la población presenta alguna alteración funcional del sistema masticatorio sin saberlo; estas alteraciones pueden originar molestias muy diversas, aunque las más frecuentes son dolor referido en el oído, cuello, mandíbula o espalda, limitación en el movimiento de la boca, chasquidos al abrir o cerrar la boca a nivel de las articulaciones témporomandibulares, con o sin dolor, etc.
Las causas de estas disfunciones son diversas, pero siempre están relacionadas con los componentes del sistema masticatorio: los músculos, los dientes y la articulación témporo- mandibular.
Los músculos aportan la fuerza necesaria para masticar, hablar, tragar, etc., pero su contracción exagerada por stress u otras alteraciones los pone rígidos y dolorosos, originando dolor de cuello, hombros o cabeza.
Los dientes transmiten la fuerza muscular y con su engranaje adecuado aseguran una buena función. Su ausencia o malposición influyen no sólo en una mala función, sino también en la disfunción
La articulación temporo-mandibular que une la mandíbula al cráneo, puede lesionarse como consecuencia de las alteraciones anteriores y también por un golpe, una enfermedad o una anomalía en el desarrollo.
En algunas personas de las que presentan estas alteraciones, las molestias se van agravando.
Un especialista de nuestra Clínica, mediante la exploración clínica, análisis de la oclusión y las pruebas complementarias radiológicas y de laboratorio que precise, valorará el grado de afectación de cada uno de los componentes del sistema e instaurará el tratamiento más adecuado.
La base del tratamiento es restablecer el equilibrio entre los músculos, dientes y articulación témporo-mandibular, mediante diferentes técnicas entre las cuales está el uso de férulas.
La consulta con un buen odontólogo puede ser muy importante, porque hemos visto en nuestra clínica que una caries puede provocar dolor (a veces referido) en regiones como el pómulo, por debajo del ojo…